México, 12 de septiembre de 2025. El concepto de biohacking dejó de ser ciencia ficción para convertirse en un tema central en la agenda de líderes mundiales. Esta práctica, que combina ciencia, tecnología y hábitos para optimizar el cuerpo y la mente, mejorar la salud y extender la longevidad, está marcando el rumbo del futuro.
De acuerdo con Norberto Maldonado, especialista en tecnología e innovación, México no puede quedarse al margen de esta tendencia global:
“Hackear la biología humana para reprogramar cómo envejecemos, vivimos y funcionamos implica cambios simples, desde controlar la alimentación, el sueño o el ejercicio, hasta la ayuda de intervenciones avanzadas”.
El debate internacional sobre la longevidad ya es un tema de poder. Un ejemplo ocurrió recientemente en Pekín, cuando se filtró una conversación entre Vladimir Putin y Xi Jinping durante un desfile militar. Ambos líderes discutían sobre biotecnología y trasplantes como vía para alcanzar la inmortalidad, lo que evidencia cómo las potencias ven la longevidad como un recurso estratégico.

En paralelo, casos como el de Bryan Johnson con Project Blueprint o el gurú Dave Asprey muestran que el biohacking ya es una industria en auge. Desde el uso de plasma joven y terapias genéticas, hasta suplementos diarios y equipos regenerativos, los ejemplos se multiplican en todo el mundo.
Para Maldonado, el reto en México va más allá del bienestar personal:
“Mientras China invierte miles de millones en longevidad y Rusia apuesta por terapias regenerativas, en México la discusión apenas empieza. El biohacking plantea retos sobre salud pública, propiedad de datos biomédicos, investigación científica y formación de talento”.
El experto subraya que lo que hoy parece futurista será cotidiano en pocos años:
“Lo que hoy vemos como extravagancia, en 2030 será parte de la vida diaria”.
Finalmente, invita a abrir un debate urgente entre la academia, la iniciativa privada y el gobierno mexicano: ¿aceptaremos envejecer o usaremos la tecnología para reescribir nuestro destino?

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