La última entrega de la franquicia, Misión Imposible: Sentencia Final, deslumbró en la alfombra roja de Cannes 2025, pero no sin ciertos tropiezos. Con sus majestuosos escenarios y vibrantes secuencias de acción, la película, con una duración de 170 minutos, se presenta como una de las más largas de la saga. Sin embargo, el filme peca de redundante en su desarrollo, dedicando gran parte de su metraje a tejer lazos argumentales innecesarios que no logran justificar las conexiones forzadas con entregas anteriores.
Después de 29 años y ocho películas, Tom Cruise se ha convertido en Ethan Hunt, un personaje tan arraigado en su carrera que parece fusionarse con él mismo. A lo largo de la saga, Cruise ha reivindicado el cine de gran espectáculo, apostando por la experiencia cinematográfica en salas. Sin embargo, Sentencia Final no logra alcanzar el nivel de innovación esperado, cayendo en los vicios de la serialidad televisiva, de la que la franquicia comenzó en los años 60.

Uno de los problemas de esta película es su formato de continuación directa de Sentencia Mortal (2023). Aunque la película se presenta como una secuela, la trama padece de ser un prólogo largo para una amenaza aún mayor: una Inteligencia Artificial omnipotente. Si bien la magnitud del conflicto está clara, la película se pierde en explicaciones innecesarias que dificultan la narrativa. Los montajes resúmenes de la película anterior y los flashbacks continúan el ciclo, lo que le da un tono de «resumen de lo ocurrido» en lugar de enfocarse en la acción que la película debería ofrecer.
Este exceso de explicaciones, y el repaso de detalles que no requerían justificación, hace que la película quede marcada por una sensación de redundancia, y aunque la acción final es apoteósica, el peso de lo ya contado opaca lo que pudo haber sido una conclusión más independiente.
La saga de Misión Imposible tiene claro que, mientras Tom Cruise sigue siendo la estrella de la franquicia, la intensidad de la acción es su mayor atractivo. Sin embargo, esta entrega muestra que las historias pueden quedarse atrapadas en los detalles del pasado, desaprovechando la oportunidad de evolucionar.
Conclusión: Aunque el filme se eleva con sus espectaculares escenas, no logra ofrecer una experiencia completamente renovadora, y la espera por la conclusión final de la saga promete más preguntas que respuestas. Tom Cruise, por ahora, sigue como el inmortal Ethan Hunt, pero tal vez esta vez, los milagros no sean tan fáciles de hacer.

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