James Mangold nos entrega una mirada cautivadora a los inicios de Bob Dylan en Un Perfecto Desconocido, una película que no solo retrata el ascenso de un joven prodigio, sino que también explora la transformación cultural de los años 60. Con una actuación magistral de Timothée Chalamet, el filme captura la esencia de un artista que, desde sus primeros pasos en el West Village de Nueva York, desafió las expectativas y reescribió las reglas de la música folk.
La cinta nos transporta a los bares bohemios donde Dylan, apenas un desconocido de 19 años proveniente de Minnesota, impresiona con su guitarra y su voz áspera. Pero Un Perfecto Desconocido no es solo una biografía musical; es un retrato psicológico de un joven atrapado entre la admiración y la presión de una escena que lo quiere encasillar. La película explora su rechazo a ser solo “el nuevo rostro del folk” y su decisión de electrificar su sonido, un acto de rebeldía que generó tanto ovaciones como controversia.
Chalamet brilla en un papel exigente, no solo por su parecido físico con el joven Dylan, sino por su interpretación llena de matices: desde la timidez inicial hasta la determinación de un artista que desafía el status quo. Edward Norton y Elle Fanning completan un reparto de lujo, aportando profundidad a los personajes que marcaron su camino.
Mangold logra un equilibrio perfecto entre el drama biográfico y la energía de una época en ebullición. La cinematografía, con tonos cálidos y una estética de la Nueva York sesentera, nos sumerge en un mundo donde la música era más que entretenimiento: era una revolución.
Veredicto: Un Perfecto Desconocido es más que una película sobre Bob Dylan; es una oda a la libertad creativa y al poder del arte para cambiar el mundo. Imperdible para amantes de la música y el cine.

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